Conocer esta intrigante etnia indígena es razón suficiente para viajar hasta Chipaya. Su cultura milenaria cuenta con una gran riqueza ancestral basada en rituales, idioma, organización social, vestimentas, viviendas -conocidas como “p’utucus”- y varias expresiones culturales propias y peculiares, incluido el peinado de las mujeres caracterizado por innumerables trenzas.
Consulte la disponibilidad y las tarifas del servicio de guías en el Albergue Comunitario.
Esquila de llamas y tejidos tradicionales
La artesanía textil en Chipaya es representativa de una identidad étnica propia muy arraigada. En Chipaya las niñas aprenden a tejer observando y ayudando a sus madres; mientras que los varones aprenden a tejer desde niños gorros (ch’ullus), fajas, cordones, hondas y sogas de distintos grosores. Las tejedoras con más experiencia y destreza gozan de un alto estatus en la comunidad y usan telares horizontales de madera, de cintura o clavados con estacas en el piso, llamados “śhexqi”. Los textiles de Chipaya se caracterizan por contener delgadas líneas de colores que se copian de elementos del entorno natural (plantas, tierras, agua).
Ritual tradicional de lavado y trenzado del cabello
Las mujeres Chipayas tienen el cabello trenzado en cientos de trenzas delgadas, que caracterizan la identidad del grupo. Todas son hábiles trenzadoras: generalmente dos o cuatro mujeres arreglan a otra, por turnos, utilizando un peine hecho de fibras naturales. Tradicionalmente las mujeres se lavaban el cabello con la saponina de la quinua o con una sustancia salada que proporciona la tierra en la temporada seca. Y lo adornan con “lauraques”, flecos de lana de color o pendientes de metales preciosos, como una especie de bolillas.
Muestras de la arquitectura ancestral Chipaya
Entre los valores sustantivos del patrimonio cultural tangible de la nación Uru Chipaya resalta su arquitectura. Los modelos de construcción, diseños y tecnologías ecológicas, en términos de utilización de materiales locales (los tepes,
paja, madera de cactus, etc.), el no empleo de leña y la climatización pasiva, entre otros resultan ser conocimientos y tecnologías fascinantes, tanto para especialistas como para legos.
Los chipayas construyen su propia vivienda, según tecnologías heredadas y adecuadas a su hábitat. Se trata de casas hechas de champa, bloques de tierra y raíces cortadas directamente en el terreno a las que se deja descansar algunos días para el secado. La unidad doméstica se organiza en torno a un patio de uso multifuncional, alrededor del cual se erigen la “waychilla” y el “putuku”, los corrales (uyu) para animales y la “chhujlla” (o “śhujlla»), pequeño silo de forma cónica donde se guardan las cosechas. Hoy en día se construyen también casas rectangulares modernas, utilizando ladrillos y cemento, lo que es un símbolo para elevar el estatus económico de las familias, antes que una mejora de la calidad constructiva de las edificaciones.
Rituales ancestrales relacionados con el Agua
Los Chipayas han aprendido a sobrevivir, a lo largo de los siglos, en un territorio difícil domando con sabiduría los ríos Lauca y Barras que cruzan su tierra. Han sabido convertir la crecida cíclica del rio en una fuente de riego para los campos de cultivo mediante la utilización de canales y terraplenes defensivos (“pikhi”) construidos según una técnica que se transmite oralmente de generación en
generación. No es casualidad que los Chipayas se llamen a sí mismos «Qhas soñí», hombres de agua: el agua es el elemento constituyente principal de su cultura y la sabiduría y conocimiento acerca de su manejo es la riqueza que los uru chipayas pueden ofrecer a este mundo sumido en los cambios climáticos.
Musica y danzas tradicionales
Los Chipayas mantienen hasta la actualidad muchos de los rasgos musicales que han practicado durante miles de años.
Hay tres grupos de instrumentos musicales característicos de la cultura chipaya: Instrumentos de cuerda de origen español, instrumentos aerófonos y membranófonos de origen uru chipaya y finalmente instrumentos aerófonos de origen aymara, hoy parte intrínseca de la organología chipaya. Instrumentos de origen chipaya son el mayshu, el putzi de seis tubos, el lhoki, el chutu y la caja. Los instrumentos también se diferencian por su uso: tarqa, li-chiwayu, zampoña, lakita, guitarra son utilizado para interpretar música y hacer bailar a la comunidad; pututu y thoti para llamar a reuniones o como símbolo de autoridad mientras que mayshu y lhoki sirven para invocar y comunicarse con sus dioses.
Rituales de caza y pesca
En el imaginario colectivo, los uru chipayas se identifican como cazadores de aves y peces en las orillas de lagunas y ríos. Es tal vez una de las prácticas de supervivencia más arcaica de la nación Uru, que hoy en día se practica de forma ocasional, por razones ecológicas y porque la agricultura y la ganadería aportan casi todos los alimentos necesarios.
Las actividades de caza y pesca se desarrollan en grupo, y comprenden una serie de manifestaciones sociorreligiosas dirigidas a las aguas, a las plantas, a los animales, a la tierra y a los fenómenos naturales; piden permiso a la naturaleza y al santo para realizarlas.
La época de caza se da en los meses de invierno, cuando la cantidad de agua se reduce, y presupone un conocimiento específico sobre el comportamiento y el hábitat de aves y peces, que son atrapados con instrumentos fabricados por los mismos chipayas.
El liwi o squñi, una boleadora de tres hilos, se fabricaba en el pasado con el hilado de la lana de oveja y fibra de llama y pequeñas piedras, mientras en la actualidad se prefiere realizarlo con yute y plomo negro, que son más resistentes.
Una expedición de cacería se inicia siempre con la fabricación o reparación del liwi, que una vez lanzado se envuelve al cuerpo del animal bloqueándolo. La chala es una trampa tendida de una orilla a la otra del río entre dos palos rústicos de una pulgada de grosor y se realiza con yute retorcido de una textura fina y delgada, combinado con hilo de algodón, con varios lazos donde quedan atrapadas las aves.
Museos
El Museo Urus Andino, en el Collegio homónimo, es un emprendimiento educativo que da a conocer algunos aspectos de la cultura Chipaya como la arquitectura y los instrumentos de uso común en la vida cotidiana de los Chipaya.
La muestra fotográfica “Pueblo Uru-Chipaya de la sombra a luz”, que recopila fotografías realizadas en 1978, es fruto del trabajo de investigación y recuperación de la memoria del antropólogo y musicólogo Xavier Bellenger. Las imágenes retratan la historia de los Chipaya, su gente, arquitectura y ambiente natural.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Más
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Skype (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)